Ayer viví una experiencia que quiero compartir en mis 19pulgadas. Todos recordareis la campaña de Aquarius: “La Catedral de Don Justo”. El spot se centraba en la figura de un hombre de 80 años (ahora 87), que construye una catedral por sí mismo desde hace 40 años (ahora 47) a base de reciclar todo tipo de materiales.
Pues bien, ayer cogí el coche y me acerqué a conocer el lugar. Podriamos decir que Justo Gallego no es un deportista profesional unido a la marca Aquarius, es algo más. Es un hombre que sin otra razón que su propia voluntad, está realizando algo que nadie en su sano juicio podría plantearse, como es construir una catedral.
Justo Gallego es más que un buen anuncio. Es una muestra, en gran escala, de las personas que persiguen algo, lo cumplen y tiran para delante. Algunos lo definen como “El Quijote moderno”.
¿Y qué relación tiene un anciano con una bebida isotónica? Se trata de valores positivos para el target, a los que resulta conveniente asociarse. Y de paso, la marca trata de acercarse al concepto de responsabilidad social, proporcionando difusión al hombre y su obra, mediante la colaboración económica del público a través de la web www.aquariusesjusto.com
Estamos en la primera campaña de Aquarius que no tiene relación con el deporte, pero detrás del anuncio hay muchas más. El spot supone una clara muestra de publicidad emocional, que no se basa en las características intrínsecas del producto, sino que centra su estrategia en la imagen alternativa que tiene el poder de Justo Gallego.
Aquí está la prueba gráfica de un lugar que no podéis dejar de visitar:






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